Los expertos aseguran que la edad es un factor determinante del sueño. Las personas menores de 30 años se despiertan y se acuestan a horas distintas; a al pasar de los años los hábitos relacionados con el sueño sufren una conversión; mientras más año las personas duermen menos y se despiertan más temprano. El estudio también descubrió que los hombres de mediana edad son los que duermen menos.
El género
El estudio reveló que entre los 30 y 60 años, las mujeres duermen 30 minutos más que los hombres, que suelen acostarse un poco antes y que despiertan un poco después. Las mujeres duermen más horas a partir de las 9 de la noche, y muestran menos cambios que los hombres en sus hábitos de sueño a medida que envejecen.
La cultura y el país
La cultura y el país también es un factor influyente, por ejemplo los holandeses duermen una hora más que los japoneses. Se descubrió que un país en donde sus habitantes se acuestan más tarde, duermen menos. Este estudio abarcó los hábitos de sueño de 100 países.
Principales consecuencias de la falta de sueño
La luz
No es secreto que la luz influye bastante en el sueño, pero hay que saber entre la artificial y la natural. Debemos tener en cuenta que el reloj biológico reconoce las diferencias de luz; los expertos reconocen con mayor influencia al “reloj circadiano”. Es decir que las personas que están más expuestas a la luz solar, se van más temprano a dormir; mientras que las que están más expuestos a la luz artificial todo el día, suelen dormir menos.
La presión social
El mismo estudio reveló que las presiones sociales alteran el ritmo del sueño, ya que anulan los ritmos circadianos naturales o también conocidos comúnmente como ritmos biológicos. Esta presión no hace olvidar inconscientemente de nuestros relojes biológicos, los mismos que nos avisan a la hora que debemos dormir.
No es secreto que la luz influye bastante en el sueño, pero hay que saber entre la artificial y la natural. Debemos tener en cuenta que el reloj biológico reconoce las diferencias de luz; los expertos reconocen con mayor influencia al “reloj circadiano”. Es decir que las personas que están más expuestas a la luz solar, se van más temprano a dormir; mientras que las que están más expuestos a la luz artificial todo el día, suelen dormir menos.
La presión social
El mismo estudio reveló que las presiones sociales alteran el ritmo del sueño, ya que anulan los ritmos circadianos naturales o también conocidos comúnmente como ritmos biológicos. Esta presión no hace olvidar inconscientemente de nuestros relojes biológicos, los mismos que nos avisan a la hora que debemos dormir.
foto: http://slideplayer.es/slide/4616876/
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